martes, 22 de septiembre de 2020

La Eucaristía base de la vida cristiana

El Papa San Juan Pablo II escribió una carta encíclica titulada ECCLESIA DE EUCHARISTIA, que comenzaba diciendo "la Iglesia vive de la Eucaristía"; y en la que afirmaba que la vida de la Iglesia gira alrededor de este sacramento.

Le he estado dando vueltas y creo que no sólo la Iglesia, sino cada uno de nosotros. Porque la Eucaristía actualiza y nos hace vivir cada una de las tres virtudes teologales.

Por supuesto, es manifestación de nuestra FE: una fe plena en la palabra de Cristo, en su afirmación de que ESTO ES MI CUERPO, que tanto escandalizó a los apóstoles cuando les predijo que deberían comer su carne. Y si tenemos fe en esto, todas las demás enseñanzas de Cristo ya son fáciles de creer.

También es cauce para nuestra CARIDAD: Cristo inventa la Eucaristía para poder quedarse con nosotros, para mantenerse en contacto (tan íntimo que nos permite comerlo): es la manifestación de su amor por nosotros y de su solicitud de nuestro amor por Él. Y, efectivamente, podemos demostrarle nuestro amor a través de nuestra veneración eucarística, de nuestras comuniones y adoraciones. Incluso es cauce para manifestarnos, compartiendo la Eucaristía, nuestro amor recíproco.

Y, finalmente, es fuente de nuestra ESPERANZA: si a Cristo podemos comerlo ya en la Tierra, ¿cómo no vamos a compartir con Él nuestra vida del cielo? Si Él ha querido quedarse con nosotros, ¿cómo no va a llevarnos con Él cuando muramos?

Sin Eucaristía, no solo no tendríamos las gracias extraordinarias que el sacramente nos aporta, sino que nuestra Fe, Esperanza y Caridad se harían mucho más difíciles.

Todos vivimos de la Eucaristía