Este fin de semana lo he pasado en Los Negrales (Madrid) haciendo un Cursillo de Cristiandad. Yo no conocía los Cursillos, a pesar de estar en contacto con muchos de los movimientos e instituciones de la Iglesia. Casi por casualidad he participado en uno ... y no podría haber salido más contento.
Como tantas otras actividades parecidas, son una magnífica ocasión de encontrar a Dios, o de estrechar lazos con Él. Dos son las principales característidas que diferencian a los Cursillos de, por ejemplo, los cursos de retiro o los ejercicios espirituales:
- Puede participar cualquiera, desde personas totalmente alejadas de la religión hasta sacerdotes en pleno ejercicio de su ministerio.
- Te acercan más a Dios... pero lo hacen conjuntamente con otras personas.
Vivir la conversión en comunidad es algo que nunca había experimentado: acercarte simultáneamente a Dios y a los demás es una experiencia única que te deja el alma como en carne viva para una temporada.
En definitiva, son altamente recomendables... casi, casi, me atrevería a garantizar el resultado.
No quiero contar más... ¡id y veréis!
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