martes, 26 de julio de 2011

Pecado vs libertad

El pecado es una ofensa grave a Dios, por el que despreciamos su plan divino, su Providencia, y elegimos nuestro propio plan o nuestro propio capricho. No solamente ofende a Dios, sino que también afecta negativamente a toda la humanidad; y más gravemente a los más cercanos.
Pero esa posibilidad de pecar -es decir, la ausencia de bien- no es tan grave que pueda compensar la libertad humana, que es lo que permite al hombre amar; en definitiva, lo que le permite hacer el bien.
Muchas veces clamamos a Dios para que evite el mal a toda costa. Pero si el mal es al ausencia del bien posible, y para evitarlo eliminamos la libertad humana, entonces estamos anulando cualquier posibilidad de bien.
Sería un despropósito que para evitar algunas ocasiones de ausencia de bien, lo impidiésemos siempre.
Dios, en su infinita sabiduría lo tiene muy claro: la libertad del hombre, su capacidad de amar, compensa cualquier riesgo...

lunes, 25 de julio de 2011

El mal llamado fundamentalismo cristiano

A raíz del loco ataque terrorista de Noruega se ha acuñado un término que no se oía: fundamentalismo cristiano. Se le atribuye al loco autor de dichos atentados. Imagino que el término se ha copiado literalmente del fundamentalismo islámico; pero es muy desafortunado.
El  fundamentalismo cristiano no existe, ya que no hay ninguna doctrina ni corriente cristiana que defienda la "guerra santa" o la "conversión de los infieles" por la violencia. El cristianismo es por definición pacifista, por lo que cualquier fundamentalismo violento no puede ser cristiano: es una contradicción "in términis", un absurdo imposible.
Por desgracia, lo que sí puede haber es cristianos locos, o violentos que digan serlo. Por lo tanto, los medios de comunicación deberían haber hablado de un "loco cristiano" o mejor, de un "loco anti-islamista".
Pero es que además, el tal individuo no se define como cristiano más que de una forma cultural, como una oposición formal al islam. En realidad, se trata de un Masón, que es una corriente filosófica opuesta al cristianismo -por mucho que traten de ocultarlo- y más específicamente, opuesta a la Iglesia Católica.
Entre los escritos de dicho individuo se encuentran afirmaciones que nos permiten llegar inequívocamente a esta conclusión. Copio párrafos de la información difundida por la agencia ZENIT:

El terrorista habría fundado, en 2002, en Londres, junto a otros activistas, la orden templar de los Pobres Compañeros de Cristo del Templo de Salomón, inspirado inspirado en los grados Templarios de la Masonería – una organización de la que forma parte Breivik y a la que alabó por su “papel esencial”, pero a la que considera incapaz de pasar a la acción militar.

Esta supuesta Orden está abierta a “los cristianos, cristianos-agnósticos y ateos-cristianos”, es decir, a todos aquellos que reconocen la importancia de las raíces culturales cristianas, “pero también a las judías e ilustradas”, así como a las “paganas y nórdicas” por oponerse a los verdaderos enemigos, el islam y la inmigración.

Lejos de ser un fundamentalista cristiano --aclara Introvigne-- Breivik, bautizado en Iglesia Luterana de Noruega, se define un 'cristiano cultural', cuya apelación a la herencia cristiana tiene una función instrumental anti-islámica”.

La Iglesias, según el terrorista, no están dispuestas a luchar contra el Islam. Por ello, propone un Gran Congreso Cristiano Europeo del cual nazca una nueva Iglesia Europea y anti-islámica. Y amenaza directamente al Papa Benedicto XVI, pues “ha abandonado el cristianismo y a los cristianos en Europa y debe ser considerado un Papa cobarde, incompetente, corrupto e ilegítimo”.

Los “justicieros Templarios” de Breivik deberían promover tres fases de la “guerra civil Europea”, explica el sociólogo.

“En la primera (1999-2030), deberían despertar la conciencia dormida de los europeos a través de 'ataques sobrecogedores de las células clandestinas', desencadenando la acción de grupos que utilizan el terror': grupos pequeños, incluso de una o dos personas.

En la segunda fase (2030-2070), se debe pasar a la insurgencia armada y a los golpes de Estado; en la tercera (2070-2083), a la verdadera guerra en contra de los inmigrantes musulmanes.

Breivik es consciente de que los ataques de la primera fase transformarán a los conspiradores en terroristas odiados por todos, pero ésta es la forma del “martirio templario” que busca. Los objetivos de “los ataques sobrecogedores” son los partidos políticos: el Partido Laborista Noruego, en primer lugar, pero también apunta contra los partidos europeos que boicotearían de diferentes maneras la guerra al Islam. Escribe amenazas contra partidos políticos italianos cómplices de esta acusación y contra Benedicto XVI.