martes, 9 de abril de 2019

El amor supera el tiempo y el espacio


Me ha llamado la atención una frase de la película Interstellar (2014, Christopher Nolan.):

“El amor es el único poder que puede superar el tiempo y el espacio”.

Y es que revela una verdad mucho más profunda de lo que podría parecer.

A veces divinizamos el amor, considerándolo nuestro dios, lo más importante para nosotros, pero rebajándolo a la dimensión humana, encerrándolo en nuestra pobre comprensión. Consideramos que el amor es nuestra excusa, que si es por amor (confundido con el mero querer o desear) podemos hacer cualquier cosa.
No es lo que San Agustín pretendía decir con su frase “ama y haz lo que quieras”; porque Agustín se refería al Amor, como Dios lo entiende: “la búsqueda del bien ajeno como único bien propio”; es decir: entregar la vida.
Lo que tendríamos que hacer es todo lo contrario; divinizarnos nosotros, para para alzar nuestro amor hasta la dimensión divina… Y devolverle así su auténtica naturaleza…
Porque Dios es Amor; y para nosotros el Amor es Dios; pero no nuestro amor (que confundimos con deseo), sino el auténtico Amor que nos hace entregarlo todo por los demás. Primero por el Otro, y después por los otros. Si amásemos así, con intensidad divina, entonces sí podríamos hacer lo que quisiésemos, porque estaríamos haciendo lo que nuestro creador quiere.
Ese Dios, ese Amor, es el que supera tiempo y espacio, porque es eterno, es intemporal y está en todas partes… Por eso el amor humano auténtico también supera el tiempo y el espacio: podemos amar a personas que nos precedieron hace muchos años o que están muy lejos de nosotros.
Este amor humano es la prueba de que existe un Amor divino, del que es reflejo; y, por tanto, es la prueba de que existe un Dios. Nada que procediese de la mera materia podría evolucionar hasta el punto de buscar “como único bien propio el bien ajeno”; sólo un amor creador podría concebirlo.


martes, 2 de abril de 2019

¿Ricos o pobres?


Habitualmente se afirma que Jesús hizo una opción por los pobres, porque nunca rehusó rodearse se ellos. Pero creo que afirmarlo así no es correcto. Jesús no hace una opción, sino que no los margina como habitualmente se ha hecho en sociedad. Por otra parte, no desprecia a los ricos, sin que advierte a éstos que si ponen su confianza en el dinero, difícilmente entrarán en el Reino de los Cielos. Incluso ni siquiera condena el dinero, sino que simplemente no lo "endiosa", como solemos hacer los humanos. 
Jesús tuvo amigos pobres, incluso algunos de sus discípulos lo fueron. Otros no: Pedro era patrón de pesca, es decir, tenía barcos en propiedad y empleados. Mateo era rico, porque era recaudador. Pero también tuvo amigos ricos: Lázaro el de Betania, Nicodemo, Zaqueo. 
Jesús no está a favor ni de ricos ni de pobres, ni en contra de ninguno de ellos. Jesús ve a la persona despojada de estas circunstancias y la valora según su corazón... 
Por los que sí hizo una opción fue por los necesitados y se dispuso a ayudarles: pero unas veces les daba pan y otras curaba a los hijos de pobres viudas o de ricos magnates, porque la necesidad puede afectar a unos y otros. 
Jesús sólo rechazó a los hipócritas, nunca al que se acercó a Él con sinceridad: fuese rico o pobre, sabio o inculto, importante o paria.
Pues eso...