lunes, 14 de junio de 2010

Incongruencia (II)

Se me olvidaba mencionar uno de los ataques más absurdos:

Se acusa a la Iglesia de no preocuparse por las cuestiones sociales, por el progreso; pero se la tacha de retrógrada cuando promueve la natalidad, que es el único remedio de la actual hecatombe demográfica.

Ignoro si a aversión a la natalidad de los progresistas es simplemente por llevar la contraria a la postura de la Iglesia; o se debe a tratar de promover los anticonceptivos (el invento que más ha influido en la historia de la humanidad; y que tanta rentabilidad está proporcionando a más de una empresa); o se trata de promover el sexo sin consecuencias, para trivializarlo y extenderlo entre personas sin vínculo ni compromiso alguno; o simplemente de promover el sexo infértil: el homosexual. Pero la realidad es que esta postura está dando al traste con las posibilidades de futuro de nuestra civilización: sin nacimientos no hay personas, sin personas no hay sociedad ni civilización.

¡Y dicen que la doctrina de la Iglesia es dogmática e irracional!

2 comentarios:

  1. Anónimo8:54 a. m.

    en el mundo vivimos mas de 6.000 millones de personas, y si se trabajara la tierra con respeto sin esquilmar los mares, ni agotando las tierras, nos daría para poder alimentar a 2.500 millones de habitantes.
    La sobrepoblacion mundial algun dia pasará su factura.

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  2. Dios nos envía el pan de cada dí aa todos los hombres; pero los hombres no lo distribuimos bien, de modo que mientras que en occidente la obesidad infantil es una plaga, en los paises subdesarrollados los niños mueren de hambre. La Tierra produce para alimentar bien a los 6.000 millones que somos y a bastantes más, utilizando las nuevas técnicas y procurando no esquilmar por avaricia ni las tierras ni los mares. El único problema es distribuirlo entre todos.

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