domingo, 24 de diciembre de 2006

¡FELIZ NAVIDAD!

Sí, feliz Navidad; es decir, feliz Natividad del Señor.













Hoy conmemoramos el hecho más importante que jamás ocurrió en la Historia: el mismo Dios se hace hombre... y lo hace para salvarnos. Desde ese instante el rumbo de la humanidad cambió: ahora las riendas las lleva Dios... aunque nosotros sigamos sin entender "sus caminos"; y cada vez que acudimos a Él implorando "Señor, sálvanos que perecemos", Él sigue contestándonos: "todavía no tenéis fe".

Y es que todavía no nos creemos que, desde la primera Navidad, el rumbo de la humanidad no es otro que el de nuestra salvación... a pesar de los pesares... y a pesar de lo mal que puedan parecernos las cosas en nuestros días: el triunfo de Dios -el nuestro- está asegurado.

Lástima que, como celebramos esta importantísima conmemoración cada año, ya casi hemos olvidado que se trata del día más importante, junto con la Resurrección del Señor... y no por los turrones, las reuniones familiares ni los deseos de paz, sino porque ya nada puede torcer el buen rumbo de la humanidad... ni siquiera la torpeza y maldad humanas.

Por todo esto: ¡feliz Natividad del Señor!

No hay comentarios:

Publicar un comentario