martes, 27 de enero de 2009

Mensaje de Medjugorje

Hacía tiempo que no recibía los mensajes mensuales de Medjugorje; y me ha gustado especialmente el del 25 de enero pasado. Contiene una expresión que no recuerdo haber oído nunca antes: "enamorarse de la vida eterna".

Mejor lo transcribo entero y luego lo comentamos:

¡Queridos hijos! También hoy los invito a la oración. Que la oración sea como la semilla que pondrán en mi Corazón, y que yo entregaré a mi Hijo Jesús por ustedes, por la salvación de sus almas. Deseo, hijitos, que cada uno de ustedes se enamore de la vida eterna, que es su futuro, y que todas las cosas terrenales les sean de ayuda para que se acerquen a Dios Creador. Yo estoy tanto tiempo con ustedes porque están en el camino equivocado. Solamente con mi ayuda, hijitos, podrán abrir los ojos. Hay muchos que al vivir mis mensajes comprenden que están en el camino de la santidad hacia la eternidad. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!


Eso de enamorarse de la vida eterna, pero aprovechar el contacto con las criaturas para adorar al Creador, es una síntesis perfecta de nuestra vocación como hijos de Dios. Tenemos que tener muy clara nuestra meta en el más allá; pero sin desperdiciar ninguna ocasión en el más acá.

Meditando sobre todo esto, me acordaba del dicho popular que recomienda, antes de adoptar una decisión, pensar qué se hubiese preferido haber elegido a la hora de nuestra muerte. Y pensaba que sería mucho mejor situarse en la vida eterna y allí, ante la visión beatífica, imaginarnos qué le vamos a contar a Dios. Repasar de qué cosas nos vamos avergonzar de haberlas hecho o dicho; y con qué sucesos vamos a disfrutar recordándolos con Dios.

Así vistas las cosas -sabiendo que tendremos que compartir nuestros recuerdos toda la eternidad con el Eterno-, entonces está claro que tenemos que modificar nuestro orden de prioridades; y dar más importancia a lo que la tendrá en la vida eterna; acumular recuerdos que podamos compartir con Dios.


Así interpreto yo eso de "enamorarse de la vida eterna, que es nuestro futuro".


¡Y un futuro muy largo!

[Aclaro que los sucesos de Medjugorje no están confirmados por la Iglesia -ni lo estarán mientras sigan produciéndose-; y cada cual puede darles la importancia que quiera. Pero no me nieguen que el mensaje transcrito no parece humano]

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