martes, 16 de enero de 2024

Un papa tolerante ¿es una contradicción?

Se ha estrenado una nueva película en contra de la Iglesia Católica (por supuesto, no citaré ni el título ni el director, para no darle una publicidad que no se merece). ¿Es esto malo? Yo creo que no. Si lo que esa película revela fueron hechos reales y erróneos, nos servirá su denuncia para evitarlos en el futuro; si nos falsos, nos servirá la denuncia para nuestra humildad y recordar que la Iglesia está formada por hombres como los de cualquier otra sociedad y que estos cometen errores como los demás. Lo que sí sería grave es que esos errores se ocultasen para preservar el prestigio de la Iglesia y que por estar ocultos no se corrigiesen, lo que ocurrió en ocasiones con los casos de pederastia.
Pero el objetivo de esta entrada es comentar la frase del director de dicha película que afirmó 8seguro que para crear polémica y aumentar la notoriedad de su obra): "Un Papa tolerante es una contradicción". Se refería a que las religiones deben basarse en dogmas absolutos y deben proscribir la tolerancia. Me vais a perdonar, pero creo que ese señor no tiene ni la más puñetera idea de lo que es el cristianismo. y que jamás se ha leído el Evangelio.
Un Papa tolerante es precisamente lo que debe ser un Papa. El Papa no es más que el continuador del mensaje de Cristo; y debería parecerse a Él lo más posible. Pues bien, Cristo, que en su esencia no modificó  nada de la tradición monoteísta judaica, sí introdujo de forma incontrovertible la tolerancia: "misericordia quiero que no sacrificio". Mantuvo el dogma, pero lo aplicó con misericordia al hombre: "el sábado está hecho para el hombre y no el hombre para el sábado". Con respecto a la moral sexual fue estricto: "todo el que mira a una mujer deseándola ya ha cometido adulterio con su pensamiento". Pero cuando le traen a la mujer adúltera para lapidarla, la perdona: "el que esté libre de pecado que tire la primera piedra"; y después "¿nadie te ha condenado? Vete en paz y no peques más..."
El Cristianismo es una religión dogmática, con normas, como cualquier otra institución (ver las entradas anteriores sobre los dogmas y su transgresión); pero aplica esos mismos dogmas a los hombres con la misericordia que se merecen como hijos amados por ese mismo Dios que dictó las normas.
Un Papa tolerante NO es una contradicción, sino un buen Papa; un cristiano intolerante SÍ es una contradicción...
  

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