La vida es algo que nos rodea por todas partes y que nosotros mismos, como seres vivientes, compartimos. Quizá por esto nos parece algo normal cuando en realidad es extraordinariamente asombroso. Esto se puso de manifiesto cuando se descubrió el ADN, la cadena de ácido desoxirribonucleico que es como el libro de instrucciones que tiene toda célula de un ser vivo, ya sea animal o vegetal. Ya vimos en las entradas anteriores sobre la evolución del universo y el planeta Tierra, que deben darse unas condiciones muy específicas para que en un planeta pueda generarse la vida, incluso la más sencilla.
Repasemos la historia de la vida de forma muy resumida. Las células complejas, llamadas eucariotas, aparecen en la Tierra hace unos 2.200 millones de años; y los primeros organismos multicelulares, con células que realizan funciones distintas aparecen hace unos 1.700 millones de años. Las plantas marinas hace 1.200 millones de años. Los primeros animales invertebrados, hace 540 millones de años. Las plantas terrestres hace 450 millones de años. Los reptiles hace 350 millones de años; las aves hace 150 millones de años y los animales vertebrados hace solo 15 millones de años. Finalmente, hace unos 4,5 millones de años aparece el llamado Ardipithecus ramidus, que es el antepasado común de los monos y el homo sapiens; y 2,8 millones de años después surge el homo sapiens sapiens, al que pertenecemos todos nosotros.
Es evidente que se ha producido una evolución desde la primera célula hasta el animal racional; pero lo importante es saber cómo se produjo. Aquí es donde entra en escena el ADN, el libro de instrucciones de cada célula para que "sepan" configurar un organismo y hacerlo funcionar correctamente. Es este ADN el que ha ido cambiando para que los organismos resultantes fuesen tan diferentes y cada vez más complejos. Lo asombroso es que el ADN del hombre es una cadena compuesta por tres mil millones de pares de bases, es decir seis mil millones de elementos, perfectamente ordenados de forma que cada célula del cuerpo humano sepa qué hacer dentro del organismo.
La teoría de Darwin sobre la evolución de las especies afirma que se fueron produciendo mutaciones accidentales y aquellos individuos de cada especia cuyas mutaciones se adaptaban mejor al entorno fueron los que sobrevivieron. Lo primero que tenemos que decir es que se trata de una teoría que nunca fue demostrada y que adolece de algunas incógnitas, como el hecho de que no se hayan encontrado rastros fósiles de esas especies intermedias. Pero el fondo de la cuestión no es ese, sino la imposible probabilidad de que seis mil millones de elementos se hayan ordenado en el ADN humano de forma accidental. La probabilidad de que ese enorme número de elementos se ordenen por casualidad es nula. Imaginemos que encontramos un libro que relata una historia coherente. ¿Qué pensamos?: que se ha escrito por casualidad o que un autor lo ha ido escribiendo. Para que nos hagamos una idea, la Biblia, el libro más largo que existe tiene 3.566.480 letras; pero el ADN humano tiene 1.682 veces más letras: ¿se ha escrito accidentalmente?
El ADN de cualquier célula (la más sencilla contiene 10 millones de pares de bases) es un programa informático que regula el funcionamiento del organismo; es un auténtico lenguaje y, evidentemente, cualquier lenguaje es una creación de una inteligencia; y, en este caso por su complejidad, una Inteligencia superior. Por esto es por lo que se ha llegado a llamar al ADN el lenguaje de Dios. El expresidente estadounidense Bill Clinton, con ocasión de la presentación del Proyecto Genoma Humano, en el año 2000, dijo: " Hoy estamos aprendiendo el lenguaje con el que Dios creó la vida. Estamos llenándonos aún más de asombro por la complejidad, la belleza y la maravilla del más divino y sagrado regalo de Dios ".
La vida, cualquier tipo de vida, pero especialmente la vida humana racional, solo puede ser el resultado de un diseño inteligente elaborado por Alguien que quiso expresamente que existiesen seres vivos de infinidad de especies y que uno de ellos fuese racional y pudiese llegar a conocer a su creador.
Lo veremos más detenidamente en la siguiente entrada.
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