viernes, 19 de junio de 2009

Pero..., ¡Satanás sí existe!

Efectivamente, Satanás sí existe. De hecho es uno de los temás más recurrentes en el Evangelio. Entoces, ¿es que el mal sí existe?

La realidad es que Satanás no produce el mal, sino que lo que hace es tratar de alejarnos del bien -de Dios- produciendo la ausencia de bien, el vacío absoluto. Por esto, en el imposible supuesto de que llegase a triunfar sobre las fuerzas divinas, no lograría establecer el reino que pretende, sino la nada: reinaría sobre el vacío, porque donde no hay bien, no hay nada.

Este es el terrible engaño al que pretende someternos el maligno: nos ofrece todo su poder a cambio de dar la espalda a Dios; pero a la postre su poder es el vacío.

Y es que no hay alternativa posible: o Dios, o nada.

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