miércoles, 24 de noviembre de 2010

A vueltas con el preservativo

De nuevo se ha levantado la polémica sobre si la Iglesia ha cambiado su doctrina sobre el preservativo; y esta vez ha sido a raíz de unas palabras de Benedcito XVI.

Lo que ocurre con este tema es que no acaba de comprenderse que el preservativo es siempre un mero instrumeto; y es ilícito aunque se use para conseguir un fin lícito. Me explico.

Los esposos deben decidir con responsabilidad su paternidad; y para ello pueden, si lo consideran necesario, distanciar los nacimientos ABSTENIÉNDOSE DE MANTENER RELACIONES en los periodos de fertilidad. Lo que no vale es el uso de dispositivos que permitan mantener relaciones evitando artificialmente una fertilizad que sí existe en ese momento. Es decir, lo que no se puede es gozar de la relación evitando artificalmente sus consecuencias.

Pero todo lo dicho es para los esposos. Porque en los demás casos el uso del preservativo no está permitido por la sencilla razón de que no está permitido tener dichas relaciones. Es decir, la cuestión no es si una prostituta usa o no usa el preservativo, sino que NO DEBE SER PROSTITUTA. Lo mismo se puede decir de los novios, los homosexuales, los violadores y cualquier otra persona que mantenga relaciones con quien no es su cónyuge.

Y el adulterio es igual de adulterio con y sin preservativo.

En el caso de los homosexuales, como la relación siempre está ciega a la fecundidad, el sexo está moralmente prohibido siempre, con o sin preservativo.

Dejado dicho lo anterior, pregunto: ¿Que es "menos peor", que una prostituta use preservativo o que no lo use? Evidentemente, la prostituya excluye la fecundidad, ya que su relación es por dinero, no por amor ni deseo de descendencia: todas sus relaciones serán rechazables. Pero si tiene el detalle de preocuparse por sus clientes y usar el preservativo para evitar contagiarles cualquier cosa, entonces seguirá siendo una prostituta inmoral, pero respetuosa con los demás. Y lo mismo con un homosexual: ya que su relación es siempre incorrecta porque está ciega a la fecundidad, el uso del preservativo será siempre algo de agradecerle, si evita contagios.

Pero no porque en algunos casos el uso del preservativo convierta en moralmente bueno un acto moralmente malo, sino porque lo hace menos malo (volvería a decir "menos peor", para que se me entienda) en un aspecto accesorio. En el caso del matrimonio, el uso del preservativo puede convertir un acto moralmente bueno -yo diría que santo- en moralmente malo, ya que su uso ciega la fecundidad artificialmente. Pero no se me ocurre ningún otro caso en el que el uso del preservativo convierta en peor un acto que ya es malo.

Sí puede ser moralmente malo fomentar la compra de preservativos, porque se están fomentando las relaciones inmorales.

Pondré un ejemplo. Acuchillar a alguien es malo; pero sería de agradecer que el agresor usase un cuchillo limpio, que no provocase mayores infecciones en la víctima y así se curase antes. Por supuesto esto no convierte en bueno el acuchillamiento, pero demuestra cierta humanidad del agresor. Por supuesto, esto no puede inducir al Estado a repartir "navajas de bolsillo limpias" entre la población.

Por el contrario, cuando un cirujano corta al paciente para operarle, es un acto muy bueno, pues busca su curación; pero si utiliza un bisturí infectado, entonces el acto se convierte en malo, pues produce una nueva enfermedad. Si uso preservativo con mi mujer, entonces no quiero compartir sexo con ella, sino obtener mi placer a su costa; y evitando las consecuencias naturales.

Repito, el preservativo es un instrumento; y el instrumento nunca convierte en bueno el acto malo; pero sí puede convertir en malo un acto bueno.

Quizá ahora sí haya quedado claro.

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