sábado, 25 de enero de 2014

El océano del bien

Quizá una de las mayores armas del maligno sea la magnificación del mal en el mundo. Los modernos medios de comunicación le permiten hacer que el mal sea inmediatamente conocido por todos; y el constante machaqueo de males nos aturde y provoca la sensación de que todo esta podrido. No es así. En el mundo prevalece el bien, la solidaridad, la bondad de unos con otros, la apreciación de la familia y el matrimonio, la defensa de la vida y de los derechos humanos, aunque todo esto rara vez salga en las noticias. Los actos de bien son innumerables y constantes; los actos malignos son raros y pocos (por esto son noticia); pero el maligno los utiliza para desanimarnos y que nos dejemos llevar por esa aparente corriente de mal, que es un simple arroyo en comparación con el inmenso océano de bien.

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