viernes, 19 de febrero de 2010

Insisto: el mal no existe

Quisiera introducir una matización en mi entrada del 18 de junio pasado, en la que afirmaba que el mal no existe.

Efectivamente, el mal no existe, es solo la ausencia de bien. Pero el que sí existe es el maligno: es el "malo" del que pedimos que nos libere Dios en la versión latina del Padrenuestro (...sed líberanos a malo, amén, en vez del líbranos del mal, amén). Pero el malo no puede "hacer" el mal, porque no puede crear nada. Es Dios el que crea, el que "hace" ; y siempre hace el bien; y el maligno se limita a intentar destruir ese bien, porque odia a Dios y todas sus obras; y cuando lo logra aparece ese vacío que llamamos mal... su máximo logro es el vacío.

Quizá esta limitación sea la causa de su odio a Dios, de su rabia; en el fondo producida por la constatación de la estupidez que es renegar de su condición de criatura y perder todos los dones que de la misma podrían venirle, para quedarse en eso, en el vacío ....

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