sábado, 15 de diciembre de 2012

21 del 12 de 2012

Por no sé qué profecía maya, dicen que el mundo se acabará en esta fecha tan cercana (por cierto, antes se especuló con que se acabaría el 12-12-12, día de Nuestra Señora de Guadalupe); pero ya se ve que se equivocaron).
Pero, ¿qué es el fin del mundo?
Si se refieren a un tremendo cataclismo que extermine toda la vida (al menos la humana) sobre la faz de la Tierra, entonces el fin del mundo es una noticia realmente desoladora, porque el universo se quedaría sin quien pudiera conocerlo y disfrutarlo: ¿de qué sirve tanta maravilla si nadie la va a reconocer?
Pero si por el fin del mundo se entiende el fin de la Historia como venimos conociéndola; si el fin del mundo es el cumplimiento de la profecía cristiana de que será directamente Cristo quien tome las riendas de la Historia; entonces se trata de la mejor noticia que nos pudiesen dar. Y es una buena noticia a pesar de que todos tendremos que afrontar nuestros errores y nuestros pecados; pero la alegría de ver a Dios será muy superior a la pena por haberle dado tanto tiempo la espalda. Y sería una muy buena noticia a pesar de que dicha venida de Cristo estuviese acompañada de signos portentosos que nos hiciesen temblar de miedo, porque el hombre siempre tiene miedo a lo desconocido.
Todos los dolores de este parto merecerían la pena, porque en adelante la Historia estaría gobernada por su Dueño y Señor; y toda la creación respondería perfectamente a los fines para los que fue creada. Imagino que ante esta perspectiva hasta los más rebeldes se someterían a su Creador y Salvador…; aunque no es de descartar que un nuevo Lucifer o algún que otro Judas sigan rechazando la Bondad infinita: y es que la soberbia es el auténtico pecado imperdonable.
Espero con impaciencia el próximo día 21…; y si entonces no viene el Salvador, tendré que conformarme con la alegría del aniversario de su primera venida… la Natividad el próximo día 25; que esto sí es seguro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario