martes, 18 de diciembre de 2012

Tus pecados te son perdonados

Podríamos decir que esta es la frase favorita de Jesucristo: tus pecados te son perdonados…
Y es que Él vino precisamente a librarnos de nuestros pecados, mucho antes que para restaurar un orden social o curar nuestras enfermedades del cuerpo. De hecho, en muchas ocasiones en las que se le acercaban enfermos, Cristo empezaba por perdonarles los pecados, aunque era manifiesto que los interesados pretendían su curación física antes que la espiritual. Pero es que Jesús primero nos da lo que considera más importante para nosotros y lo que sólo Él puede darnos. Y en aquellas ocasiones en que comienza por curar la enfermedad, suele terminar con el repetido: vete y no peques más
La enfermedad del cuerpo no es lo peor, sino la enfermedad del alma. Muchas organizaciones caritativas cristianas parecen haber olvidado esto y se conforman con curar el cuerpo…

No hay comentarios:

Publicar un comentario