miércoles, 17 de marzo de 2010

La nueva evangelización

El problema actual con la evangelización -es decir el anuncio del Evangelio- es que se predica la salvación -la buena noticia- a quien no tiene conciencia de pecado. Y si no hay pecado, ¿de qué tenemos que salvarnos?

El hombre actual no cree ofender a Dios, porque desconoce el amor que Dios le ofrece. Si no sé que Dios tiene un plan magnífico para mí, que me amó desde toda la eternidad y que me creó para amarle y ser feliz con Él, ¿cómo voy a saber que rechazar ese plan le ofende? Si desconozco el plan del que me estoy alejando con mi pecado, ¿cómo voy a alegrarme de que alguien me devuelva a él?

El drama del hombre actual es que desconoce el amor de Dios; y entonces rechaza que un Dios pueda dirigir su vida y se aferra a su mísero placer y se ama a sí mismo; y esto le parece tan escaso, que acaba odiando a Dios por haberle creado..., rechazando así la única vía de salvación, de salida de sí mismo.

Por esto, lo importante en la evangelización es transmitir el Amor, mucho más que la moral.

2 comentarios:

  1. Hola, tengo una duda:
    ¿Qué tiene de malo que el hombre se ame a sí mismo? ¿Acaso Dios quiere que nos odiemos a nosotros mismos?

    ResponderEliminar
  2. Quizá no está bien redactado.
    Quise decir que se ama sólo a sí mismo, que es la situación más triste ya que el amor es precisamente apertura a los demás.
    Pero esto nada tiene que ver con el correcto amor a uno mismo, a lo que uno es y a su condición de hijo de Dios;lo que en lenguaje actual se llama autoestima. Esto es correcto y querido por Dios.

    ResponderEliminar