miércoles, 22 de diciembre de 2010

Dios y las antiguas civilizaciones

Dios no está reñido con las civilizaciones; pero como algunas civilizaciones sí están reñidas con Dios, frecuentemente se produce una especie de oposición entre fe y algunas culturas.

Si vamos al comienzo de la historia de la Revelación, vemos que lo primero que Dios hace es sacar a su elegido, Abrám, de la cultura que le rodeaba. Primero le saca de Ur de los Caldeos, una civilización avanzada, y le lleva a una zona más rural (Jarán, Siria mesopotámica); y después le indica que vaya hacia Canaán, tierra que heredarán sus descendientes. Es curioso cómo Dios, para preparase un Pueblo que reciba su Revelación, lo primero que hace es separarlo de las civilizaciones existentes, lo convierte en nómada e inicia una nueva dinastía. Este pueblo inculto e incapaz de dejar testimonios escritos, será el único depositario de la sabiduría del monoteísmo. Ninguna de las grandes civilizaciones de la Historia llegaron a la sencillez del Dios Creador. Y no sólo me refiero a las civilizaciones que rodeaban a Abrahám (como le llamó Dios al sellar su alianza) tales como Persia, Asiria, Babilonia o Egipto; sino que tampoco las grandes civilizaciones orientales (China, India,...) o americanas (Maya, Azteca, Inca...) llegaron al conocimiento del Dios único.

Una excepción enigmática aparece en la Biblia (Gen 14, 18): Melquisedec, rey de Salem, se presenta como sacerdote del Dios Altísimo creador de cielo y tierra y bendice a Abrahám: ¿Es que Dios ya se había revelado a otros pueblos o individuos, antes de escoger a Abrahám? Y un dato más curioso aún: Melquisedec ofrece un sacrificio de... ¡pan y vino! Más adelante, en la Biblia se volverá a citar a este enigmático sacerdote previo al pueblo de Dios: en el salmo 110 (vg 109): "Tú eres sacerdote para siempre según el rito de Melquisedec", referido al rey David; y en la primera carta de San Pablo a los Corintios: "Tú eres sacerdote eterno según el rito de Melquisedec" (1Cor 11, 23-26), referido a Jesucristo. Ambos textos ponen de manifiesto que el sacerdocio divino es anterior incluso al propio Pueblo de Dios; y proviene de una cultura (Salem) que desconocemos totalmente.

Después, cuando Dios quiera formarse su Pueblo, lo volverá a sacar de una civilización avanzada: la egipcia; y lo mantendrá durante cuarenta años por el desierto, como para conseguir que se olvidasen de cualquier costumbre que de allí pudiesen traer.

¿Que significará todo esto?

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