sábado, 5 de noviembre de 2011

La Iglesia siempre tan antigua y tan nueva

Es curioso cómo algunas formas de vocación son aptas para tiempos tan distintos. La consagración de laicos al servicio de Dios, que parecen haber inventado los nuevos Insitutos seculares nacidos en el siglo XX (Opus Dei, Neocatecumenales, Comunión y Liberación, etc...) ya existía en el siglo II. Y no podía ser de otra forma, ya que los primeros cristianos no eran sino eso: ciudadanos dedicados a Dios en medio del mundo. Os recuerdo ahora las entradas sobre la carta a Diogneto y su continuación.
Es interesante el artículo que el diario El Mundo (que no destaca por su defensa del cristianismo) ha publicado sobre las vírgenes laicas. Para que luego digan que la Religión es cosa pasada.
Quizá debiéramos ocuparnos más en transmitir al mundo las bondades del Cristianismo, que de marcar nuestras diferencias.

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