sábado, 23 de diciembre de 2023

En este caso, la lotería ha bajado directa del cielo

Jorge era (es) amigo mío y su hermano también. El año pasado en enero le detectaron un cáncer y le dieron seis meses de vida; pero logró vivir nueve y falleció en septiembre, dejando viuda y cuatro hijos. Jorge regentaba un despacho de lotería y era persona querida en el barrio. Durante su enfermedad depositó su confianza en el Seños y no dejó de decirle a todo el que quisiese escucharle que se iba tranquilo a la casa del Padre. Poco antes de irse al cielo, le dijo a su mujer que este año ella repartiría el Gordo de Navidad en su despacho de lotería. A ella no le gustó, porque sería nueva en el negocio y eso siempre trae un poco de lío. Pero el Señor sabe más y, efectivamente, ayer en el despacho de lotería de Jorge se repartieron 200.000.000 de euros entre los clientes. El número premiado, el 88.008, es feo y uno de los 100.000 números que se sortean. La probabilidad era, por tanto, de uno entre cien mil; pero Jorge, desde el cielo, quiso hacerle este regalo a su mujer, aunque a ella no le gustase demasiado; y, de paso, se lo ha hecho a esos parroquianos que tanto afecto le tenían. En este enlace podréis ver la noticia en prensa: Noticia de prensa 

https://www.elmundo.es/papel/historias/2023/12/23/6585d337e9cf4a37568b45c6.html

Gracias, Jorge... O deberíamos decir ¡gracias a Dios!

Por supuesto, muchos pensarán que es una simple casualidad... Pero, sería una casualidad ¡entre cien mil!

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