viernes, 29 de octubre de 2010

Dos tipos de feminismo

Hablando de la ideología de género(1), me gustaría comentar algo también del feminismo, que es uno de los aspectos de la misma.

El feminismo en sí no es bueno ni malo: es el esfuerzo de la mujeres para que se les reconozca su dignidad, sus capacidades y las limitaciones a que les somete su condición de procreadoras. En la medida en que estos objetivos coincidan con la verdad, son positivos; ya que el descubrimiento de la verdad es siempre algo bueno.

Pero la ideología de género no busca eso, sino que lo que pretende es modificar la antropología humana como está concebida: pretende difuminar la figura del varón y de la mujer, para confundirlas en una especie de ser neutro. En definitiva, creo que su objetivo es acabar con la creación de Dios: hombre y mujer los creó... Así, intenta eliminar del hombre la idea de Dios (ya que a Dios mismo no puede destruirlo); y simultaneamente intenta destruir su principal creación: el ser humano dual. Dicho lo anterior, me atrevo a afirmar que hay dos tipos de mujeres activistas:
  • Las feministas, que son aquéllas que pretenden engrandecer la figura de la mujer; lograr que se realicen en plenitud en el mundo actual; reconociendo la dignidad que tienen -igual a la del varón- pero con diversidad de funciones. Las feministas quieren una mujer muy femenina, madre, esposa, trabajadora, intelectual y capaz de dar a la sociedad esa visión del mundo tan diferente de la del varón.
  • Las feminazis, que son las mujeres obsesionadas por una ideología que nada tiene de femenina y mucho tiene de odio al sexo contrario, al que pretenden suplantar. Estas mujeres quieren imponer a las demás mujeres sus propias actitudes antifemeninas que sólo pretenden convertirlas en "varones sociales es con anatomía hembra"; y que acabará destruyendo a toda mujer que se deje arrastrar por ellas.
La diferencia entre unas y otras radica en si se sigue o no se sigue el plan divino: Hombre y mujer los creó...; y todo lo que se oponga al plan divino sólo puede terminar en destrucción. Por esto las feminazis odian tanto a las feministas.

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