miércoles, 18 de diciembre de 2013

Evangelii Gaudium: todo el esfuerzo para los de afuera.

El sueño de nuestro Papa es una Iglesia en la que todo el esfuerzo esté puesto en llevar más gente a Cristo; pero, ¿no es este el objetivo para el que la Iglesia fue instituida?:
Sueño con una opción misionera capaz de transformarlo todo, para que las costumbres, los estilos, los horarios, el lenguaje y toda estructura eclesial se convierta en un cauce adecuado para la evangelización del mundo actual más que para la autopreservación. La reforma de estructuras que exige la conversión pastoral sólo puede entenderse en este sentido: procurar que todas ellas se vuelvan más misioneras, que la pastoral ordinaria en todas sus instancias sea más expansiva y abierta, que coloque a los agentes pastorales en constante actitud de salida y favorezca así la respuesta positiva de todos aquellos a quienes Jesús convoca a su amistad.
Y da la clave para que ese sueño se convierta en realidad:
Esto supone que realmente esté en contacto con los hogares y con la vida del pueblo, y no se convierta en una prolija estructura separada de la gente o en un grupo de selectos que se miran a sí mismos. 
Y es que la Iglesia no es el refugio de los católicos, sino el trampolín desde el que llegar a todos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario