miércoles, 7 de noviembre de 2012

¿Cómo serían los cristianos auténticos?

¿Cómo sería un hombre que auténticamente hubiese abrazado el Cristianismo con todas sus consecuencias?
Pues no necesitamos imaginarnos una especie de marciano, nos basta con repasar las vidas de los que ya han sido declarados santos. Y si las repasamos de verdad, descubriremos que sus señas de identidad no son asombrosas ni extraordinarias, sino simplemente muy humanas.
El ser humano que mejor se configuró con Cristo no hizo nada, absolutamente nada, fuera de lo rutinario, a pesar de que sí le ocurrieron cosas extraordinariamente excepcionales: la Virgen María, a pesar de ser Madre de Dios, vivió una vida absolutamente normal e incluso vivió con naturalidad el hecho de perder a su Hijo de una de las maneras más trágicas que puedan concebirse.
Y las vidas de los demás santos no son muy diferentes, a pesar de que sí que hicieron cosas extraordinarias que dejaron recuerdo; en caso contrario, nadie se hubiese molestado en iniciar su proceso de canonización. Pero hay muchos santos anónimos, no reconocidos oficialmente, que comparten las mismas características de los grandes santos. Según Clive Staples Lewis, son las siguientes:
No llaman la atención sobre sí mismos.
  • Nos dan la sensación de que estamos siendo amables con ellos, cuando la realidad es que son ellos los que están siendo amables con nosotros.
  • Nos aman más de lo que nos aman las demás personas, pero nos necesitan menos.
  • Dan la sensación de que disponen de todo el tiempo del mundo, a pesar de la gran cantidad de actividad que desarrollan.
  • Son todos distintos, porque cada uno tiene su carisma propio. Y esto es porque seguir el plan de Dios nos individualiza mucho más que seguir nuestra propia voluntad, que, en definitiva, suele ser muy parecida a la de todos los demás mortales: simples instintos y tendencias genéticas.
Y es que esa transformación extraordinaria que nos configura con Cristo no lleva aparejada ninguna manifestación extraordinaria. Es otra de las paradojas del Cristianismo.

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