miércoles, 8 de agosto de 2012

La Ley Natural

Ya he hablado anteriormente de la Ley Natural, como conjunto de normas que regulan –o deberían regular- la conducta humana. Hoy en día está totalmente rechazada la existencia de tal Ley Natural (eterna, universal e inmutable); y se deja la conducta de cada uno a su libre albedrío, juzgándola, en todo caso, según las circunstancias concretas del momento. Pues bien, Lewis, en su libro “Mero Cristianismo” (publicado en 1942), ya nos demostraba que en el fondo, incluso los que reniegan de la existencia de una Ley moral para el hombre, la están aplicando y exigiendo a cada momento. ¿Es que estos mismos hombres no exigen que se les trate con Justicia? Y, si no existiese una Ley Natural, ¿qué significado tendría exigir Justicia a quien obra buscando sólo su progreso?

Y por poner un ejemplo más positivo: ¿es que estos hombres no saben valorar la generosidad ajena? ¿No aprecian un acto de amor? ¿No prefieren a los filantrópicos antes que a los egoístas? ¿No rechazan la mentira y la hipocresía –de la que tanto nos acusan, a veces con razón, a los católicos?
Es decir, los que no creen en la existencia de una Ley Natural que debiese regular la conducta humana, sí tienen un modelo de conducta humana y valoran positivamente a los que se ajustan a ese modelo y rechazan a los que se apartan de él.
Y me pregunto: ¿no es ese modelo de conducta la Ley Natural?

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